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Centro científico avileño respalda desarrollo sostenible

El Ciba tiene una importante participación en el proyecto internacional Resiliencia Costera, que promueve una visión integrada de la reducción del riesgo de desastres y la adaptación al cambio climático.

Acciones que respaldaron el desarrollo en sectores priorizados de la economía, y el cumplimiento del Plan del Estado Cubano para el Enfrentamiento al Cambio Climático (Tarea Vida), protagonizó el Centro de Ingeniería Ambiental y Biodiversidad de Ciego de Ávila (Ciba) en el año que concluye.

La máster en Ciencias Yamilé Jiménez Peña, directora de esa institución subordinada a la Agencia de Medio Ambiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, destacó la integración a centros universitarios y empresas para aportar al progreso territorial.

Asesoraron a diversos actores económicos para conformar proyectos de desarrollo local vinculados, de manera fundamental, a la esfera agroalimentaria, lo que contempló una investigación sobre el incremento productivo del cultivo de girasol a partir del uso de la tecnología de microorganismos autóctonos benéficos.

Se suman aportes a la diversificación de cultivos, como respuesta al Programa de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional; acciones para conservar los suelos mediante prácticas agroecológicas, y el fortalecimiento de capacidades en el sector agrícola, en coordinación con otros centros científicos y la universidad avileña.

Efectuaron diagnósticos ambientales en las unidades empresariales de base (UEB) Canteras Chambas, Frutales Sur, Industria Procesadora y Alevinaje de Morón, pertenecientes a las empresas de Materiales de la Construcción, Agroindustrial Ceballos y Pesquera Industrial de Ciego de Ávila (EPIVILA), respectivamente. Igual servicio prestaron en las UEB Industria Procesadora de Turiguanó y Producciones Varias (Provari), añadió.

Expertos del Ciba participaron en grupos de trabajo para la conformación, evaluación y seguimiento a los proyectos de Contaminación Ambiental y Biodiversidad, que obedecen al Macroprograma de Recursos Naturales y Medio Ambiente, a su vez integrado al Programa Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el año 2030.

Como miembros de los consejos técnicos asesores del municipio de Morón y la provincia avileña, transmitieron experiencias y abordaron temas medulares para promover el desarrollo científico en el ámbito local, puntualizó.

El Ciba tiene una importante participación en el proyecto internacional Resiliencia Costera, que promueve una visión integrada de la reducción del riesgo de desastres y la adaptación al cambio climático en la planificación del desarrollo socioeconómico de municipios costeros vulnerables del centro-norte de Cuba, considerado Chambas, en el noroeste de Ciego de Ávila.

La referida iniciativa global desarrolló capacitaciones, constituyó un moderno Centro de Gestión para la Reducción de Riesgos de Desastres, fortaleció el sistema de alerta temprana e impulsó la rehabilitación de bosques de manglares.

Jiménez Peña explicó que como parte de ese proyecto hicieron estudios de peligros, vulnerabilidades y riesgos (PVR), estos últimos complementados con una encuesta de percepción de riesgos ante desastres naturales.

A ello se suman el Plan de Adaptación al Cambio Climático y el Modelo de Ordenamiento Ambiental de Chambas, que completan el grupo de herramientas proporcionadas por Resiliencia Costera para fortalecer el sistema de gobernanza con ciencia y una planificación del desarrollo consecuente con los escenarios climáticos futuros.

El referido centro de investigaciones participa en los proyectos internacionales Euroclima Plus y Turismo Sostenible, orientados, en ese orden, a la reducción de riesgos y adaptación ante sequías e inundaciones, y el enfrentamiento al cambio climático en reconocidos destinos de sol y playa de Cuba, incluido Jardines del Rey.

En los cayos Coco y Guillermo, lidera una iniciativa encaminada a rehabilitar de dunas costeras como garantía para reducir vulnerabilidades ante eventos hidrometeorológicos y las variaciones climáticas; además de impulsar un proyecto dirigido al manejo integrado del Gran Humedal del Norte de Ciego de Ávila, declarado Sitio Ramsar, en el año 2002, por sus valores naturales de importancia internacional.

Los servicios científicos-técnicos del Ciba en el año 2023 abarcaron estudios de PVR en diversos municipios, investigaciones sobre los impactos del cambio climático en sectores priorizados y diagnósticos de especies de plantas exóticas invasoras en ecosistemas de la cayería norte avileña.

Denominado Centro de Investigaciones de Bioalimentos hasta el año 2022, el Ciba arribó el 17 de julio último al aniversario 31 de su constitución, con múltiples reconocimientos nacionales e internacionales por el desempeño en función del progreso sostenible en esferas estratégicas de la economía.

En su amplio historial sobresalen la búsqueda de alternativas para producir alimentos (el desarrollo de nutrientes destinados a cerdos, ovinos y caprinos, rescate de razas autóctonas como el cerdo criollo cubano y la producción de abonos orgánicos), además de promover y aplicar la ciencia con el objetivo de proteger el medio ambiente.

Tomado de Invasor

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