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La riqueza del reciclaje

La madera plástica es el resultado del procesamiento y la transformación de uno de los desechos más contaminantes para el medio ambiente.

Siguiendo la trayectoria circular que define los modelos de negocios basados en la reutilización de los residuos, volvemos sobre un tema abordado con anterioridad desde esta columna, ahora, con la mirada puesta en el reciclaje.

Para ello conversamos con Orlando Morfi González, director general de la Empresa de Recuperación de Materias Primas de Villa Clara, cuyos logros resultan palpables en el cumplimiento de los planes de ventas, la generación de más de tres millones de dólares, la estabilidad de una fuerza de 460 trabajadores bien remunerados y motivados a aportar más a la economía del país, y nuevos proyectos en desarrollo para seguir creciendo.

Con un objeto social amplio, pero centrado en la recuperación de desechos reutilizables para la exportación y la sustitución de importaciones, la entidad tiene presencia en todos los municipios villaclareños y en el polo turístico de Cayo Santa María.

Recientemente, ha impulsado las labores de recolección, con el apoyo de organizaciones de masas, y las visitas y estancias en los consejos populares para la compra directa de material reciclable a la población, empresas e instituciones.

Otra prioridad recae sobre la transformación y el valor agregado. El ciclo de procesamiento del plástico, y la fabricación y montaje de pasarelas y otras estructuras de madera plástica, contribuyen a reducir la tala de árboles y la contaminación ocasionada por uno de los elementos más agresivos y perdurables, y aporta un material resistente y atractivo desde el punto de vista estético.

En el caso del vidrio, el proceso incluye la comercialización de envases en el mismo estado en que fueron recuperados, el procesamiento del vidrio blanco para su venta a un proyecto de inversión en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, y la utilización de los residuos restantes en la producción de losas y bloques.

Actualmente, la empresa mantiene un esquema cerrado de financiamiento —tanto en moneda nacional como en divisa—, establece encadenamientos productivos con diversos actores económicos e intenta ampliar su cartera.

Entre las aspiraciones, Morfi González concede vital importancia a un proyecto de instalación de paneles solares fotovoltaicos en techos y otras áreas, para cubrir la demanda y aportar al sistema electroenergético nacional. Además de la coherencia con la misión de la entidad, la inversión en fuentes renovables de energía contribuiría a la sostenibilidad ambiental y a elevar la producción, considerablemente afectada por el déficit de generación en el país y las consecuentes paralizaciones.

«Hay que ganar conciencia sobre la importancia del reciclaje para Cuba en estos momentos. No es un tema exclusivo de materias primas, sino que involucra a todos los factores de la sociedad: la población, otras empresas, las organizaciones y los gobiernos», aseveró Morfi González.

A tono con el esquema circular al cual apelamos en la presentación, el directivo compartió varias ideas de Ernesto Che Guevara en 1963, quien afirmó que «recolección de desperdicios significa ahorro para la nación», y que «la recuperación es más rentable que la importación»; en tanto, orientó mejorar las finanzas, realizar un análisis correcto de los costos, equilibrar el índice de trabajadores productivos y administrativos, rescatar productos reutilizables para evitar su pérdida, ahorrar, usar el transporte más económico posible y trabajar junto a las masas para incrementar la entrega espontánea de productos reciclables.

Tomado de Vanguardia

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