Andaba Camilo con el capitán Orestes Guerra por una zona de Bayamo, en el oriente de Cuba, y de buenas a primera tropieza con varios pescadores y empieza a conferenciar con ellos. Se vira para Orestes y le dice que saque la cámara fotográfica, quien se queda perplejo, no por la orden sino por las intenciones de Camilo. Este comienza a posar junto a los pescadores y fotos van y vienen. Antes de despedirse, Camilo le dice a los inocentes:
-Fijense, si ustedes les cuentan esto a sus familiares o amigos yo dejo la cámara por ahí y los guardias cogen el rollo y ya ustedes saben…
Pasaron los años y los pescadores vivieron con el recuerdo de aquel instante sin decir nada, ajenos por completos de que las fotos nunca existieron porque la cámara no tenía rollo.
Así de jaranero era el comandante Camilo Cienfuegos Gorriarán. Hoy recordamos a ese joven de carácter afable y arrojo indiscutible, ante su desaparición física en 1959.
Una vez estuvo cercado por seiscientos hombres y él, con diecinueve, resistió un día entero con el acoso hasta de dos tanques para escabullirse por la noche de forma extraordinaria.
Por tanta temeridad, fidelidad y conocimiento estratégico, aprendido fuera de las academias militares, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz le encomendó la misión de llevar la guerra desde la Sierra Maestra hasta Pinar del Río, durante la contienda contra el régimen de Fulgencio Batista.
No resultó necesaria su llegada a lo más occidental del país. El triunfo revolucionario de enero de 1959 lo sorprendió en el territorio de Yaguajay, de la otrora provincia Las Villas, actualmente dentro de los límites de Sancti Spíritus.
Sus hazañas en este poblado lo convirtieron en hijo ilustre. La Batalla de Yaguajay constituyó la acción bélica más relevante y prolongada que aconteció durante el desarrollo de la ofensiva final del Ejército Rebelde en el invierno de 1958, protagonizada por el Señor de la Vanguardia.
Según el comandante Ernesto Che Guevara de la Serna, Camilo fue el más grande jefe de guerrilla que dio esta Revolución. El hombre de confianza de Fidel, en los momentos difíciles de la lucha, el de las mil anécdotas, el de las cien batallas.
Fuente: Entrevista realizada a Gerónimo Benzánguiz Legarreta, director del Complejo Histórico Comandante Camilo Cienfuegos.
Por Boris E. González Abreut
Departamento de Comunicación del Citma