Sesiona en La Habana entre el 4 y el 7 de mayo la Semana COPANT2025, evento regional de alto nivel con representantes de Organismos Nacionales de Normalización del continente americano, autoridades internacionales, expertos en infraestructura de la calidad y miembros adherentes de Europa y Asia.
La inauguración del encuentro estuvo presidida por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz; Sergio Mujica, secretario general de la Organización Internacional de Normalización (ISO); Jo Cobs, presidente de la Comisión Electrotécnica Internacional (CEI), Mauricio Céspedes, presidente de la Comisión Panamericana de Normas Técnicas (COPANT) y el ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (Citma), Armando Rodríguez Batista. En la inauguración dio la bienvenida a los visitantes la gobernadora de La Habana, Yanet Hernández Pérez.
El presidente de la COPANT se refirió a la necesidad de tener más discusiones estratégicas y diseñar espacios clave para la retroalimentación en los temas relevantes y contribuir de manera más activa y estratégica para que la organización sea más fuerte, visible e impactante.

A las puertas de un ejercicio estratégico, llamó a pensar no solo en todo lo positivo que se ha logrado, sino en todo lo que puede alcanzarse y cuáles son las herramientas y los espacios que se requieren para lograr la participación de todos los miembros, fundamental para construir un futuro más próspero para COPANT y para las organizaciones que representan.
Al intervenir en la apertura de la semana, Rodríguez Batista señaló que “Cuba concede especial significado a este encuentro, donde además contamos con la presencia de varios miembros adherentes de Europa , Asia y Medio Oriente, así como 10 organizaciones regionales, y organismos internacionales invitados, lo que debe propiciar un marco de alto nivel para el debate de los temas que serán tratados, en especial lo concerniente a la planificación estratégica , la situación actual y sus expectativas y como esta se armoniza con los actuales desarrollos tecnológicos, la innovación , el medio ambiente, la transformación digital y otros importantes temas donde la normalización deberá continuar desempeñando un rol fundamental”.
Las normas aseguran que los productos y servicios que usamos en nuestra vida cotidiana sean seguros, confiables y de alta calidad, son la base para los negocios que permite adoptar prácticas éticas y de sostenibilidad que ayudan a crear un futuro donde no solo se busca obtener la excelencia sino también salvaguardar la seguridad, porque las normas contribuyen a integrar la calidad con la capacidad de encontrar las mejores vías y soluciones en todos los sectores de la sociedad, destacó.

A su vez, indicó que las normas internacionales, más allá de normalizar los procesos, son catalizadores de la sostenibilidad económica, ambiental y social, otorgan ventajas competitivas en todos los campos, resultando en impulsores incuestionables de la innovación y la eficiencia.
Para Rodríguez Batista, cuando las cosas no funcionan bien, de alguna forma esto significará que alguna norma ha estado ausente o no se ha comprendido o implementado correctamente, porque estas reducen los riesgos, promueven el camino seguro para las operaciones tecnológicas, la gestión, los requisitos de los bienes y servicios de todos los sectores, de los grandes y pequeños productores, del medio ambiente, la gobernanza y en general la sostenibilidad.
“Es vital trabajar por un mundo normalizado e interconectado, que brinde a los consumidores la debida protección y satisfacción de sus expectativas, promoción de prácticas sostenibles, reducción del impacto ambiental, apoyando los objetivos de la energía limpia y del consumo responsable así como los aspectos referidos al cambio climático. Una gran cantidad de normas internacionales hoy ratifican estos propósitos, en todos los terrenos, de lo cual son muestra fehaciente aquellas que intentan reflejar las ingentes transformaciones en materia de ciberseguridad, transformación digital, informatización e inteligencia artificial”, enfatizó.
De igual manera, consideró destacable el papel de la normalización internacional en el logro de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) en aras de avanzar en un mundo más equitativo y justo, como muestra la meta ISO de adoptar el cero neto en la gestión del cambio climático y su trabajo con el programa de las Naciones Unidas a favor de desarrollar normas cada vez mas integrales e inclusivas relacionadas con el cambio climático y la sostenibilidad, así como las directrices emitidas recientemente por ISO y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (ISO/UNDP PAS 53002) para promover un enfoque holístico del desarrollo sostenible.
El ministro comentó que Cuba construye una infraestructura de calidad que alcanza a todos las provincias del país, liderada por un Consejo Nacional de Normalización, Metrología y Calidad que preside nuestro Gobierno y cuya Secretaría Técnica ostenta la Oficina Nacional de Normalización.
“Nuestros técnicos a lo largo y ancho del archipiélago, integran 134 comités técnicos de normalización, avalados por tres decretos leyes del Estado Cubano, dedicados a la Normalización, la Metrología y la Calidad, la Inocuidad Alimentaria y las Autoridades Nacionales Reguladoras, que afianzan la Gobernanza de nuestra Infraestructura nacional de Calidad, cuya base normativa hoy alcanza 4 500 normas cubanas, de estas el 65 % son adopciones de normas ISO, CODEX o IEC, lo cual respalda nuestro comercio internacional y es además coherente con la identificación de la Calidad como un proceso clave de nuestro Sistema nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y en especial de la implementación de un Sistema de Gestión de Gobierno basado en ciencia e innovación que conducen nuestro Presidente y nuestro Primer Ministro y que alcanza todos los organismos, órganos y territorios de la Nación”.
Y explicó que el Sistema de Gestión de Gobierno basado en ciencia e innovación nació al calor del enfrentamiento de la pandemia de Covid 19, liderado por nuestro gobierno, en el que nuestro sistema de salud, nuestros científicos y también nuestros normalizadores colaboraron en la obtención de tres vacunas cubanas, entre ellas la primera de América Latina y Cuba fue el primer país en el mundo en inmunizar a su población pediátrica entre 2 y 18 años. “Estos hitos no hubiesen sido posibles sin buenas prácticas, sin normalización y sin cultura de calidad”.
Valore este artículo
Click en las estrellas para votar
0 / 5. Conteo 0