En encuentros con la comunidad científica, las autoridades territoriales, universidades, empresas y sector no estatal se desarrolla por estos días en varias provincias cubanas el análisis de la futura Ley de Ciencia e Innovación de Cuba, presidido por el ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), Armando Rodríguez Batista.
En la primera parada de esta etapa, en Ciego de Ávila, Andrea Armas Rodríguez, directora general de Ciencia, Tecnología e Innovación del Citma, presentó los principios básicos de la ley, que se está construyendo con la participación de los diferentes actores.
La directora general de Ciencia, Tecnología e Innovación anunció que está previsto presentar el anteproyecto de ley antes de diciembre próximo para su aprobación en las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular y destacó que es intención que esa normativa suscite cambios en los enfoques en relación con la gobernanza del sistema de ciencia, tecnología e innovación, al considerarse el carácter multifactorial, multinivel y la transparencia.

Armas Rodríguez explicó que en la futura norma se ponderan las ciencias sociales y humanísticas, considerando lo que representan para la construcción del modelo social cubano y se establecen los vínculos entre la ciencia, tecnología e innovación y el desarrollo territorial, enfatizando en los espacios locales y comunitarios, donde promoverán la creación de capacidades.
El ministro del Citma destacó el rol de la ciencia en los ámbitos local y territorial, por lo tanto, en la ley se estaría incluyendo un título que explorará de manera particular los sistemas de innovación locales, en los cuales existe una amplia experiencia. La idea es que la ciencia y la innovación se incorporen a las estrategias de desarrollo municipal y territorial como pilares de la implementación de la futura ley.
“La futura ley de innovación es una oportunidad para seguir jerarquizando la ciencia y la innovación como conquistas de la Revolución. Ha llegado en un momento excelente, porque forma parte de la transformación del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación al que en los últimos años se le han estado introduciendo nuevas figuras para promover la ciencia: los parques tecnológicos, las empresas de interfase en las universidades, la Fundación de Innovación de la Universidad de La Habana, que lo que están buscando es, más que generar un nuevo conocimiento, conectar ese nuevo conocimiento y convertirlo en productos, servicios y tecnologías al servicio de la sociedad”, declaró.
Rodríguez Batista remarcó que la ciencia no es solo de los científicos, de la academia y las universidades, sino que trasciende las fronteras de donde se genera el conocimiento, porque es una capacidad nacional que se ha estado creando en el país y que tiene que expresarse en el desarrollo.

Al respecto, señaló que la ley es también de los trabajadores, de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores, de las Brigadas Técnicas Juveniles, de las sociedades científicas y las organizaciones no gubernamentales, del Foro, y existe un llamado a la empresa, estatal socialista y privada, a protagonizar los procesos de innovación, así como a otras formas de organización económicas, cooperativas, trabajadores por cuenta propia. “No hay actor menor para el sistema de ciencia, tecnología e innovación de Cuba”, enfatizó.
Estos intercambios, iniciados el 23 de mayo último en el territorio de Artemisa y extendidos durante la actual semana a Ciego de Ávila, Holguín y Camagüey, con amplia participación de los actores de los territorios.
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