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Cuba y las Encuestas Nacionales de Innovación: La Conducta Innovadora de las Empresas Cubanas

Cuba potencia la innovación en sus empresas.

La innovación es la actividad de carácter científico, tecnológico, organizativo o comercial que se lleva a cabo con la finalidad de obtener bienes, servicios, procesos tecnológicos y productivos totalmente nuevos o significativamente mejorados con respecto a la empresa, a la actividad económica, al mercado nacional o al mercado internacional, habiéndose introducido o aplicado en la práctica social.

En una primera etapa, conceptualmente ya superada, el proceso innovador se concebía como una relación lineal que partía secuencialmente de la actividad de investigación y desarrollo (I+D) y transitaba por el diseño, la producción y finalmente la comercialización, lo que se conoce internacionalmente como el “Modelo Lineal de Innovación”.

Este modelo fue superado por el denominado “Modelo de Eslabonamiento en Cadena de la Innovación”, caracterizado por el encadenamiento interactivo del proceso innovador, que rompiendo con la concepción con la concepción neoclásica lineal introdujo la concepción evolucionista del cambio tecnológico que sitúa a la empresa como elemento clave de ese proceso y la certeza de que la innovación puede surgir de cualquier etapa (nuevo conocimiento, conocimiento existente, diseño, ingeniería, producción y comercialización) con necesarias interacciones entre todas, dejando a un lado la concepción de linealidad.

Esta nueva concepción introdujo modificaciones sustanciales en el campo de las políticas públicas de ciencia, tecnología e innovación, entre ellas tres de gran significación.

El cambio de paradigma en el modelo del proceso innovador demandó de la comunidad científica estudiosa del tema dos cuestiones fundamentales:

Normalizar los conceptos relativos al proceso innovador y todo su instrumental teórico.

Medir el proceso innovador mediante el establecimiento de guías metodológicas de aplicación universal.

Bajo esta demanda surgió el denominado “Manual de Oslo”, hoy parte de la familia de manuales metodológicos elaborados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD por sus siglas en inglés), el cual en sus primeras ediciones se centró en las llamadas innovaciones tecnológicas conocidas como “Innovaciones TPP” relativas a las que tienen lugar en el ámbito de los productos y los procesos tecnológicos. En posteriores ediciones el Manual de Oslo reconoció la importancia de las innovaciones no tecnológicas, como son las innovaciones organizacionales y las que tienen lugar en el ámbito de la comercialización.

Actualmente, dicho Manual considera que la innovación se clasifica, atendiendo al ámbito en que tiene lugar, en cuatro tipos:

a. La innovación de productos (bienes y servicios)

b. La innovación de procesos

c. La innovación organizacional

d. La innovación de comercialización

Es necesario considerar que, en adición a esta tipología de la actividad innovadora, esta se clasifica de conformidad a su alcance, paradigma tecnológico y nivel de impacto de la forma siguiente:

1) Innovaciones puntuales o rutinarias:

Son aquellas que sin modificar el nivel tecnológico y productivo, aseguran la continuidad de la producción de bienes y servicios, como son la mayor parte de las innovaciones que se ejecutan por las organizaciones cubanas relativas a estimular la creatividad de los colectivos laborales de base.

2) Innovaciones incrementales:

Son las que originan nuevos o significativamente mejorados bienes, servicios, procesos tecnológicos, organizacionales y comerciales con un incremento de su nivel de impacto económico, social y ambiental (de gran importancia para el desarrollo de las exportaciones y la sustitución efectiva de importaciones).

3) Innovaciones disruptivas o radicales:

Son las que conducen al cambio de paradigmas productivos, tecnológicos, organizacionales y comerciales con resultados de elevada densidad tecnológica y alto valor agregado (como las asociadas a la producción de vacunas y fármacos con base biotecnológica, las nanotecnologías, las soluciones informáticas, la automatización y la robotización, entre otros bienes y servicios de alta tecnología).

La medición de la innovación resulta indispensable sobre todo para proporcionar criterios y elementos de juicio útiles para la toma de decisiones en materia de políticas públicas y de estrategias empresariales en lo que respecta a la generación, difusión, apropiación y empleo de nuevos conocimientos en los ámbitos antes mencionados. El Manual de Oslo constituye la guía metodológica para la medición de la actividad innovadora y su instrumento para realizar las Encuestas Nacionales de Innovación, cuya aplicación tiene lugar cada vez en mayor número de países.

En el 2001 la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT) elaboró la primera versión del denominado “Manual de Bogotá” para la normalización de indicadores en América Latina inspirado en el Manual de Oslo, pero en respuesta a la necesidad de tomar en cuenta las especificidades que caracterizan los sistemas de innovación y a las empresas de esta región geográfica.

Si bien el Manual de Oslo enfatiza en los resultados de la actividad innovadora, el Manual de Bogotá sostiene la importancia de analizar no tanto o no sólo los resultados sino igualmente los procesos de innovación, poniendo el acento en los esfuerzos encarados por las empresas en procura de innovaciones y en pos de aumentar y mejorar sus capacidades humanas y materiales para generar, desarrollar, adaptar y aplicar nuevos conocimientos.

En términos generales puede afirmarse que las Encuestas Nacionales de Innovación tienen como objetivos centrales los siguientes:

a) Caracterizar el conocimiento y la actitud del sector empresarial de un país hacia la innovación y su conducta tecnológica.

b) Identificar cómo las condiciones del contexto político, económico y social, la base científica y tecnológica y los factores de transferencia existentes favorecen u obstaculizan el proceso innovador y su impacto en la economía y la sociedad.

c) Obtener información para el establecimiento, retroalimentación y perfeccionamiento de las políticas públicas y estrategias gubernamentales que favorezcan la promoción y desarrollo de la actividad de innovación.

Las Encuestas Nacionales de Innovación en Cuba. Sujeto y objeto de estudio.

En Cuba, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), en coordinación con la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), ha llevado a cabo tres Encuestas Nacionales de Innovación, con informes de resultados publicados en los años 2000 (con información del periodo 1997-1999); 2006 (con información del periodo 2003 – 2005); y 2018 (con información del periodo 2015 – 2017).

Las tres Encuestas Nacionales de Innovación realizadas en Cuba fueron diseñadas metodológicamente a partir de los Manuales de Oslo y Bogotá, garantizando los parámetros para la comparabilidad internacional y tomando en consideración el modelo económico cubano y las características operacionales de su sistema empresarial, para lo cual fueron elaborados el modelaje del cuestionario y sus correspondientes instructivos metodológicos, mejorados de una encuesta a otra.

Las Encuestas Nacionales de Innovación efectuadas en Cuba tuvieron como sujeto de estudio a muestras representativas de empresas estatales socialistas de carácter nacional con una fuerte contribución al Producto Interno Bruto (PIB), bajo el supuesto de que este tipo de empresas debería constituir el liderazgo del proceso innovador del país, por el peso económico de sus producciones de bienes y servicios.

Lo anterior no excluye que en el futuro cercano puedan efectuarse encuestas similares para empresas medianas y pequeñas, tanto estatales como privadas, de carácter y alcance local que contribuyan al importante tema del desarrollo local con soluciones innovadoras y tecnológicas apropiadas a las características de los diferentes territorios del país.

Asimismo, puede resultar conveniente realizar encuestas de innovación de carácter sectorial, para actividades de alta complejidad y prioridad económica, como es el caso de la producción de alimentos, entre otras.

La Primera Encuesta Nacional de Innovación contó con una selección muestral de cerca de 600 empresas estatales, sociedades mercantiles y empresas mixtas de los sectores de industria, construcciones, transporte y comunicaciones, todas de subordinación nacional, con más de 200 trabajadores y con un fuerte peso en sus respectivos sectores. En esta ocasión no fue considerado el sector agropecuario, dadas la complejidad derivada de la información referente a los sistemas de propiedad y gestión económico-productiva que lo caracterizan.

La Segunda Encuesta Nacional de Innovación, con antecedente la realizada en el año 2000, fue respondida igualmente por unas 600 empresas estatales, sociedades mercantiles y empresas mixtas de los sectores de industria, construcción, transporte y comunicaciones, todas de subordinación nacional, con más de 200 trabajadores y con un fuerte peso en sus respectivos sectores. Al igual que en la encuesta anterior no fue considerado el sector agropecuario por las razones apuntadas.

La Tercera Encuesta Nacional de Innovación se realizó entre el 25 de octubre y el 24 de diciembre del año 2018, de acuerdo a la Resolución 210/2018 del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (Citma), al amparo del Decreto-Ley 281 y la Resolución 70 de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).

Para el diseño de la muestra, se seleccionaron 477 empresas nacionales de conjunto con la ONEI con un criterio de selección basado en empresas con un valor anual de la producción o de las ventas igual o superior a los 25,0 millones de pesos, y que dicho valor formara parte del 70% del valor de la actividad económica donde ésta clasifica según el Nomenclador de la Actividad Económica (NAE). La muestra abarcó las empresas estatales socialistas, las sociedades mercantiles con capital totalmente cubano, las empresas con capital mixto y las empresas con capital totalmente extranjero.

De las 477 empresas seleccionadas, 411 respondieron positivamente a la aplicación de la encuesta, para un 86.16%, de ellas, 398 resultaron validas por el completamiento y calidad de sus datos.

Resultados por secciones temáticas seleccionadas según los cuestionarios utilizados

El análisis comparativo que se ofrece seguidamente sobre los resultados obtenidos en las tres Encuestas Nacionales de Innovación por secciones temáticas seleccionadas muestra que las variaciones de una encuesta a otra, aunque existen no son significativas, lo que evidencia que para un periodo de 20 años (1997-2017) la conducta innovadora de las empresas cubanas mantuvo un comportamiento casi lineal, sin el desarrollo necesario para contribuir de una manera lo suficientemente efectiva a la solución de los problemas económicos y sociales del país.

Por Rodríguez Batista, Armando; Chía Garzón, Jesús; Arias Martín, Héctor; Zamora Rodríguez, María Luisa

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