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Cuba, Contribución Nacionalmente Determinada 3.0

Cuba presentó su Contribución Nacionalmente Determinada de Cuba (CND 3.0) a los objetivos del Acuerdo de París en Taller de socialización.

Presidido por el viceministro del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) Rudy Montero Mata; el representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Cuba, Hiraldo Fernando, y Mercedes Navarro, de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (Aecid) y otros  socios de la cooperación internacional.

La Contribución Nacionalmente Determinada es el compromiso voluntario que los países adquieren para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse al cambio climático. Estas contribuciones representan los esfuerzos para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.

Cuba, Contribución Nacionalmente Determinada 3.0

En el taller, el Dr.C. Wenseslao Carrera Doral, de  Cubaenergía,  presentó el camino recorrido por Cuba en su CND al Acuerdo de París: acciones, políticas, marco regulatorio, medidas transversales de mitigación y adaptación e informes bienales de transparencia.

Sobre la evolución de las contribuciones de adaptación de Cuba, los  contextos, escenarios y resultados, expuso Jessica Fernández, jefa del  Departamento de Cambio Climático de la Dirección General  de Medio Ambiente del Citma.

En el encuentro  expusieron sus aportes los sectores de la energía, la agricultura, el forestal, la  ganadería y el azúcar. A su vez, representantes de organizaciones de  la cooperación se refirieron a proyectos y oportunidades de financiamiento y expresaron su disposición a seguir acompañando a Cuba a partir de sus visiones y objetivos compartidos.

En el cierre de Taller de socialización de Contribución Nacionalmente Determinada CND3.0,  el viceministro del Citma, Rudy Montero, llamó a la integración de sectores, agencias del Sistema de Naciones Unidas y de la cooperación internacional, el sector no estatal y la sociedad civil a trabajar por cumplir con retos de la CND.

Publicado en febrero de este año, el documento define las metas nacionales en materia de mitigación y adaptación al cambio climático hasta el 2035 y ratifica la importancia de este proceso mediante una transición justa, que comprenda a todos los actores de la sociedad cubana.

La adaptación al cambio climático se explicita como la prioridad principal debido a los impactos sobre los ecosistemas naturales y humanos y el bajo nivel de emisiones del país, partiendo de las áreas prioritarias de adaptación establecidas en el Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático, o Tarea Vida, de 2017.

Entre los temas que se mantienen como prioritarios se encuentra la regulación constructiva de los asentamientos costeros y zonas bajas, la adaptación de las actividades agropecuarias y los cultivos con respecto a los usos sostenibles de la tierra por retos asociados al incremento del nivel del mar, la intrusión salina y la sequía.

A su vez, constituyen una prioridad para el país  la disponibilidad y el uso eficiente del agua, cuencas, embalses entre otros; los sistemas de monitoreo, vigilancia y alerta temprana y los planes de adaptación; entre otras acciones.

Las acciones de mitigación priorizan sectores clave como la energía, el transporte terrestre automotor, la agricultura y el desarrollo forestal.

En ese sentido, se promueve la transición energética hacia fuentes renovables de energía, así como el incremento de la eficiencia energética, la reducción de la intensidad de carbono en el transporte con el impulso de la movilidad eléctrica.

Cuba se propuso también la absorción de carbono en los bosques mediante el incremento de la cobertura forestal y las acciones para reducir su degradación, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la industria azucarera a través del tratamiento anaeróbico de los residuos y la disminución de las  emisiones de GEI en la ganadería vacuna lechera, con la implementación de tecnologías que favorecen ese propósito.

Durante este nuevo período de implementación, se trabajará en el fortalecimiento de las capacidades y el acceso a tecnologías apropiadas, así como en el impulso de la educación climática en todos los niveles del sistema educativo, incluyendo la capacitación e investigación orientadas al desarrollo de competencias para empleos verdes.

La CND 3.0 reconoce, además, el papel estratégico de la cooperación internacional y el acceso a financiamiento para hacer frente a las proyecciones del clima para el país, que indican un aumento de la temperatura anual del aire para el archipiélago cubano superior a 1.0°C para el 2030 y a 3.5°C para el 2070, sumado a la reducción de las precipitaciones y el aumento del nivel medio del mar.

El proceso de actualización de la CND y su posterior implementación cuenta con el apoyo de Climate Promise, una iniciativa del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con financiamiento de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

Las Contribuciones Nacionalmente Determinadas expresan, cada cinco años, los esfuerzos que se propone realizar cada país para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los efectos del cambio climático.

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